Unidad VIII: Las Revoluciones independentistas de América II (1814-1824)

En esta unidad se explica cómo la Independencia de 1821 no significó una ruptura inmediata con el orden colonial, pues el poder continuó concentrado en las élites criollas y se mantuvieron las desigualdades que afectaban a pueblos originarios, afrodescendientes esclavizados, mestizos y sectores populares. También se reconoce el papel de las resistencias que defendieron soberanía, territorio, cultura y derechos colectivos, evidenciando que la verdadera emancipación fue un proceso prolongado. Finalmente, se reflexiona sobre la vigencia de estas luchas, cuyas demandas de justicia social siguen resonando dos siglos después.