“Aquí tenemos a nuestro hermano Germán Pomares Ordóñez.
Nacido en el pueblo de El Viejo, hijo de una familia humilde, trabajó desde joven en el campo. Al encontrarse con el Frente Sandinista, supo que ese era el camino para salir de la pobreza, de la ignorancia, y se incorporó de inmediato. Fue uno de los fundadores del Frente y, sin duda, el más destacado y heroico combatiente de nuestra historia revolucionaria. ¡Héroe de mil batallas, sobreviviente de mil combates!”
Comandante Daniel Ortega, 24 de mayo de 2024

Conocido cariñosamente como “El Danto”, Germán Pomares Ordóñez nació el 17 de agosto de 1937 en El Viejo, Chinandega, hijo de María Celia Pomares y Ángel Ordóñez. Hombre fuerte, de baja estatura pero gran temple, su vida estuvo marcada por la pobreza, la injusticia y la lucha constante, lo que forjó su espíritu revolucionario.

Desde pequeño enfrentó carencias. A los siete años inició la escuela, pero en tercer grado tuvo que abandonarla por no tener ropa para asistir. Su madre, con el corazón roto, vio cómo las oportunidades se esfumaban para su hijo, como para tantos jóvenes nicaragüenses. A los 12 años comenzó a trabajar junto a su padre en una finca, y luego en otras haciendas, enfrentando humillaciones y explotación. Todo eso templó su carácter.

A los 19 años, mientras trabajaba en “El Puertón” por 6 córdobas la hora, escuchó por primera vez sobre la tiranía de Somoza y el ajusticiamiento que ejecutó Rigoberto López Pérez. Dos años después se integró a la Juventud Conservadora, grupo que planeaba un levantamiento armado desde Cota Rica hasta Managua.

En sus memorias, recogidas en el libro El Danto, Pomares relata cómo intentó unirse a la lucha en la capital, pero fue rechazado por ser campesino. Eso no detuvo su rebeldía. El dolor por las masacres estudiantiles en León lo marcó profundamente. En 1960 conoció a Jorge Navarro, un joven cuyo discurso desafiante contra la dictadura lo inspiró.

Ese mismo año, inició su entrenamiento militar con armas como pistolas calibre .45 y fusiles Garand y Thompson. Así comenzó su camino hacia el Frente Sandinista de Liberación Nacional, organización que fundaría junto a otros jóvenes comprometidos con la libertad.

Viajó a Cuba, conoció a Santos López y a Fidel Castro. Estudió en México, profundizando su visión revolucionaria. En 1962 regresó a Nicaragua por Somotillo, reencontrándose con su familia, que lo creía muerto. Un mes después, aceptó la invitación de Jorge Navarro para unirse a la guerrilla en la montaña: “Si vamos a hacer una revolución como la cubana, estoy listo”, respondió.

Participó en las principales gestas guerrilleras: Pancasán, la toma de la casa de Chema Castillo, y fue comandante político-militar del Frente Norte durante la ofensiva final. Fue herido en combate el 22 de mayo de 1979 en el cerro de La Cruz, cerca de Jinotega, y falleció el 24 de mayo, a tan solo dos meses del triunfo de la Revolución Popular Sandinista.

Por su entrega, el Comandante Germán Pomares Ordóñez fue declarado Héroe Nacional de Nicaragua el 15 de julio de 1981.

Carta del Comandante Germán Pomares a su hija Lesbia:

“Me dices que estudias más, que te interesa la vida de tu pueblo. Eso me alegra. La ida a La Habana les abrirá los ojos: allá no verás niños sin escuela ni personas pidiendo en las calles. Quiero esa sociedad para ustedes, donde haya justicia, trabajo, estudio, dignidad.

No he estado con ustedes toda la vida, porque he buscado construir ese país justo donde puedan desarrollarse plenamente.

Estudien mucho, no permitan que nadie las engañe. Sean inteligentes, orgullosas de su padre, y útiles para su gente.

Me despido con cariño. Cuídense.

Hasta el día de la victoria.

Tu padre que te quiere mucho.”

Honor y gloria a nuestros héroes y mártires. ¡Germán Pomares vive en el corazón del pueblo nicaragüense!