Compartimos con la militancia sandinista uno de los escritos del Comandante Carlos Fonseca Amador, fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), publicados por la revista Patria Libre en el año 1981. El comandante reflexiona acerca de las injerencias y agresiones que ha sufrido Nicaragua en distintos periodos por parte de la política violenta de los Estados Unidos.
Nicaragua: Víctima durante más de un siglo de la agresión Yankee
Para comprender la situación política actual de Nicaragua, es necesario tener en cuenta determinados rasgos que se han manifestados a través de la historia nacional. Nicaragua es un país que ha sufrido a lo largo de más de cuatro siglos la agresión y opresión extranjera. Nicaragua afrontó junto con el resto de países de América Latina el dominio de la península Ibérica. También sufrió en una región del territorio situado en la costa del Atlántico la dominación británica, que se prolongó ciento cincuenta años, hasta 1893. Nicaragua al mismo tiempo se encuentra entre las primeras víctimas de la política agresiva de Estados Unidos.
Poco después de ser proclamada por el gobierno de Estados Unidos la llamada Doctrina Monroe en 1823, Nicaragua fue escogida como blanco de la rapacidad yanqui.
En la década del 30 del siglo pasado, representantes del gobierno de Washington recorrieron Nicaragua con el propósito de obtener información para preparar los planes de intromisión en el país.
A continuación, se enumera una parte de los actos agresivos yanquis que ha padecido Nicaragua.
1850 Los gobiernos de Inglaterra y Estados Unidos suscriben el llamado tratado Clayton-Bulwer, por medio del cual, dichas potencias, sin tomar en cuenta al gobierno de Nicaragua, deciden arbitrariamente compartir el derecho a construir una vía interoceánica en Nicaragua.
1854 En el mes de junio de ese año, un barco de guerra de los Estados Unidos, capitaneado por un marino de apellido Hollings, bombardea y reduce a cenizas el puerto nicaragüense de San Juan del Norte.
1855 Varios millares de filibusteros norteamericanos, encabezados por William Walker, intervienen en Nicaragua. Walker se proclama Presidente de Nicaragua y es reconocido como tal por el gobierno yanki de Franklin Pierce. Entre otras salvajes medidas decreta la esclavitud. El pueblo de Nicaragua con el respaldo de los demás pueblos de Centroamérica, empuña las armas y logra expulsar a los intervencionistas.
1870 El titular de relaciones exteriores del gobierno de Nicaragua, doctor Tomás Ayón, dirige patrióticas notas al representante del gobierno de Estados Unidos, en las cuales protesta contra la intromisión de este país en los asuntos internos de Nicaragua y exige la reparación de los daños materiales causados por el bombardeo de 1854, así como el cumplimiento de compromisos fiscales del millonario intervencionista Cornelius Vanderbilt.
1893 Lewis Hanke, representante del gobierno de Estados Unidos, fracasa al pretender mediar a favor del sector reaccionario, contra el cual se produce una resuelta rebelión popular.
1907 Naves de guerra del gobierno de los Estados Unidos ocupan las aguas del Golfo de Fonseca.
1909 El gobierno de Nicaragua, de orientación nacionalista, fusila a dos norteamericanos, de apellidos Cannon y Groce, respectivamente culpables de participar en acciones armadas contra el gobierno de Nicaragua. El gobierno de Estados Unidos, por intermedio del Secretario de Estados de Estados Unidos, dirige una nota, conocida con el nombre de “Nota Knox”, al gobierno de Nicaragua, en la cual declara abiertamente el derecho de intervenir en los asuntos internos de Nicaragua.
1910 Barcos de Guerra de Estados Unidos intervienen a favor de los conservadores que se rebelan contra el gobierno de Nicaragua. En esa forma Estados Unidos impone un gobierno entreguista en Nicaragua.
1912 El país ocupado por millares de infantes de la marina de los Estados Unidos. Se prolonga durante varios meses de resistencia armada contra la ocupación yanki, al final de la cual muere con las armas en la mano, el jefe patriota Benjamín Zeledón.
1914 Emiliano Chamorro, embajador del gobierno conservador en Estados Unidos, suscribe con Bryan, Secretario de Estado de Estados Unidos, el oprobioso tratado canalero, conocido con el nombre de Tratado Chamorro-Bryan.
1927 José María Moncada, representante de la burguesía liberal y jefe militar del ejército popular que se ha enfrentado al gobierno impuesto por la intervención norteamericana, perpetra una traición y entra en arreglos con el representante del Departamento de Estado, Henry L. Stimpson, quien años más tarde llegó a ocupar la secretaría de Guerra en el gobierno de Truman. Durante la permanencia en ese cargo, se produce el bárbaro bombardeo atómico sobre Hiroshima y Nagasaki. Augusto César Sandino, jefe de una columna del ejército popular, desconoce los arreglos de Moncada y se alza en armas contra la ocupación norteamericana y los traidores que le apoyan. El Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, encabezado por Sandino, sostiene más de quinientos encuentros contra las fuerzas de ocupación. A los ocupantes yanquis les resulta imposible derrotar militarmente a los patriotas de Nicaragua, pero antes de abandonar el país a comienzos del año 1933, dejan organizada la fuera reaccionaria denominada Guardia Nacional.
1934 El 21 de febrero de ese año, Augusto César Sandino cae asesinado. Anastasio Somoza G., jefe-Director de la Guardia Nacional, ordena la ejecución de este crimen después de recibir instrucciones del embajador yanki Arthur Bliss Lane. El asesinato se produce en los días en que Augusto César Sandino y sus compañeros se preparaban para combatir contra el rumbo antipopular que llevaba el país. A fin de disipar las afirmaciones calumniosas en el sentido de que le interesaba la paz, Sandino había decidido participar en conversaciones.
1936 Somoza derroca al presidente constitucional del país, con la aprobación del gobierno de Estados Unidos.
1947 Somoza Derroca al presidente constitucional del país, contando nuevamente con la aprobación del gobierno de Estados Unidos.
1960 La flota norteamericana que surca el Mar Caribe es movilizada para proteger a los gobiernos de Guatemala y Nicaragua, que enfrentan un creciente descontento popular.
Nicaragua: Base de agresión Yanki
Junto con el saqueo de las riquezas nacionales, el imperialismo estadounidense se ha propuesto disponer a su antojo la posición geográfica de Nicaragua y utilizar el país como base de agresión contra varios pueblos de América Latina.
Se encuentra en vigencia el tratado canalero Chamorro-Bryan, que prácticamente convierte a Estados Unidos en dueño de Nicaragua. Tal tratado autoriza al gobierno de Washington a construir bases militares en Nicaragua y le otorga también el derecho de construir un canal interoceánico a través del país.
A continuación, se señalan distintos hechos que demuestran cómo Nicaragua desempeña el papel de base de agresiones imperialistas contra otros pueblos de América Latina y especialmente contra los países de la cuenca del Mar Caribe.
1948 El gobierno de Somoza interviene con su fuerza armada en el territorio de Costa Rica, donde se desarrolla una contienda armada que culmina en la persecución del movimiento obrero de ese país.
1954 El gobierno de Somoza apoya a los mercenarios de Guatemala que se lanzan contra el gobierno democrático de Jacobo Arbenz.
1955 El gobierno de Somoza interviene militarmente en Costa Rica.
1961 Parte de Puerto Cabezas, Nicaragua, la intervención mercenaria que es derrotada en Playa Girón por la cuba revolucionaria.
1965 Tropas de la Guardia Nacional forman parte de las fuerzas extranjeras que, encabezadas por los infantes de marina de Estados Unidos, ocupan el territorio de la República Dominicana. En el mismo año de 1965, mercenarios contrarrevolucionarios que son capturados en Cuba declaran que han desembarcado procedentes de campos de entrenamientos ubicados en territorio nicaragüense.
1966 René Schick, presidente nominal de Nicaragua, en viaje por Estados Unidos, declara que el territorio de Nicaragua puede servir de base a fuerzas destinadas a agredir militarmente a Cuba.
1967 Anastasio Somoza Debayle da a conocer su decisión de enviar miembros de la Guardia Nacional a participar en la agresión a Vietnam.
1968 Se afirma que agentes de Somoza toman parte en el derrocamiento del gobierno de Arnulfo Arias, quien, a pesar de su entreguismo, aparentemente dio satisfacción a todas las exigencias del gobierno estadounidense.
Tradición de rebeldía
Un rasgo notable en la historia de Nicaragua, en particular en la etapa que se inicia con la independencia de la denominación española en 1821, es el empleo de la violencia en el relevo de las distintas fuerzas políticas, representantes de las clases explotadoras, que se han disputado la hegemonía del poder. Los cambios pacíficos entre los distintos bandos de las clases dominantes, un tanto frecuentes en otros países de América Latina, en Nicaragua no han tenido lugar. Esa experiencia tradicional predispone al pueblo de Nicaragua contra las farsas electorales y a favor de la lucha armada. No hay duda, pues, que el pueblo de Nicaragua ha tomado las armas para combatir determinada forma de opresión, en movimientos encabezados por individuos, que por ningún concepto podían conducir a un cambio revolucionario progresivo. Lo anterior representa otro rasgo del pueblo nicaragüense en el transcurso de su historia. Este rasgo se refiere a la falta de una profunda conciencia revolucionaria.
El oscurantismo ideológico heredado de la época colonial ha continuado pesando decisivamente para impedir que el pueblo marche con plena conciencia a los combates por el cambio social. Es indiscutible que el pueblo de Nicaragua a lo largo de su historia ha sostenido numerosas batallas en que ha dado muestras de coraje. Pero ha marchado a esas luchas más bien por instinto que por conciencia. Quizá resulte oportuno repetir en el caso de Nicaragua las mismas palabras que Marx escribió con relación a España. Al respecto, Marx apuntó que el pueblo español había sido tradicionalmente un pueblo rebelde, pero no un pueblo revolucionario.
Las condiciones nacionales e internacionales que prevalecen en la hora actual permiten que hoy sea posible que por lo menos un sector del pueblo de Nicaragua inicie la lucha armada, consciente de que se trata, no de lograr simplemente un cambio de hombres en el poder, sino un cambio de sistema, el derrocamiento de las clases explotadoras y la victoria de las clases explotadas.