A través del Manifiesto Luz y Verdad, el General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto C. Sandino, da a conocer, un 15 de febrero de 1931, su extensa cosmovisión espiritual vinculada a la lucha por la justicia de los oprimidos, la soberanía, la independencia y la autodeterminación de los pueblos.
Sandino visiona en este magistral Manifiesto, “que los pueblos oprimidos romperán las cadenas de la humillación, con que nos han querido tener postergados los imperialistas de la tierra”.
El Héroe Nacional de Nicaragua, de esta forma mostraría al mundo su profunda mística revolucionaria, su convicción e inquebrantable compromiso humanista con la causa de la libertad para la construcción de una sociedad justa.