El 10 de enero de 1985, el Comandante Daniel Ortega, se convirtió de manera oficial en el primer presidente electo de forma democrática en Nicaragua.
“Hoy, 10 de enero de 1985, nos toca asumir funciones como presidente de la República de Nicaragua. Decimos “nos toca”, porque el Presidente es el pueblo que, al votar por su candidato del Frente Sandinista, estaba votando por sus propios intereses”.
Durante su discurso el Comandante Daniel Ortega destacó que “la principal batalla que debe librarse es la batalla de la paz”.
Invitados especiales y delegaciones internacionales en Nicaragua
La ceremonia de investidura presidencial contó con la participación de 69 delegaciones internacionales e invitados especiales, entre los que resaltaban el Comandante Fidel Castro, el presidente de Yugoslavia Veselin Djuranovic, el presidente de Surinam Lachmipersad Ramdat Misier, el vicepresidente de Argentina, Víctor Martínez y el Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez.
La toma de posesión de la presidencia de Nicaragua, fue sinónimo de democracia, como fruto de la libertad del pueblo, abonada con la sangre de los héroes y mártires, que construyeron los cimientos para la naciente Nicaragua.
Las primeras elecciones libres en Nicaragua
Años posteriores al 19 de julio de 1979, cuando el mundo vio florecer el histórico triunfo de la Revolución Sandinista, se celebraron oficialmente las primeras elecciones libres en Nicaragua.
El 4 de noviembre de 1984, durante la contienda electoral resultó victorioso el Frente Sandinista de Liberación Nacional, con el 66.9% de los votos a su favor.
La continuidad del proceso revolucionario en Nicaragua
Al conmemorar las primeras elecciones libres en Nicaragua, también se celebra el retorno del Frente Sandinista de Liberación Nacional, después de 16 años de neoliberalismo; una época marcada por las injusticias sociales y el estancamiento económico, desde donde las élites y pequeños grupos sociales, pretendían volver a saquear y explotar a los nicaragüenses.
Desde entonces el gobierno sandinista, dirigido por el Comandante Daniel Ortega y la Compañera Rosario Murillo, devolvieron la libertad y restituyeron los derechos en Nicaragua.
Grandes logros y avances significativos han marcado la nueva etapa de la Revolución Popular Sandinista, posicionando al país en los rieles de la democracia, el desarrollo y la prosperidad; promoviendo la unidad y solidaridad en la Nicaragua bendita y siempre libre.