Durante la etapa preinsurreccional, se consolidaba la maduración de las fuerzas revolucionarias y patrióticas en las principales ciudades del país. En Managua, el Frente Sandinista fortalecía los movimientos estudiantiles de secundaria y universitarios a través del Frente Estudiantil Revolucionario (FER).

En los barrios surgían los Comités de Defensa Civil (CDC) y los Comandos Revolucionarios del Pueblo (CRP). En fábricas y empresas se organizaba el Movimiento Sindical Pueblo Trabajador (MSPT) y el Movimiento Pueblo Unido (MPU).

Paralelamente, se preparaban clandestinamente grupos para entrenamientos básicos de lucha irregular, manejo de armamento, y círculos de estudios marxistas. Todo este tejido popular se alistaba para la Ofensiva Final, alentado por las proclamas de Radio Sandino:
«Aquí Radio Sandino, voz oficial del Frente Sandinista, desde algún lugar de Nicaragua… Y de lo que viene, ningún somocista se salva…”

En la Colonia 1° de Mayo, los compañeros estaban en plena sintonía con las transmisiones clandestinas. Se tomaban iglesias, centros de estudio, se distribuían volantes y se realizaban pintas alusivas a la insurrección. La propaganda armada y política circulaba con intensidad.

El compañero Miguel Gutiérrez Cornejo, conocido como Michael, encabezó junto a otros camaradas la toma del Instituto Dr. René Schick, situado en el corazón de la colonia. Desde 1975, participamos en círculos de estudio de literatura marxista, leyendo textos subversivos como Los condenados de la tierra de Frantz Fanon y El imperialismo, fase superior del capitalismo de Lenin, proscritos por el régimen somocista. Recuerdo con claridad los encuentros en una casa del actual andén Humberto Galo, también héroe y mártir de la Revolución.

El 27 de mayo de 1979, fecha que la dictadura somocista pretendía conmemorar como el “Día del Ejército”, se realizó una acción de propaganda armada en el sector de la Colonia Centroamérica, con participación de compañeros de la 1° de Mayo: Jorge “El Bigote” (fallecido en 2019), Douglas Sequeira y Ramón Chávez. Durante la operación, la Guardia Nacional los detectó, hiriendo mortalmente a Douglas. Ramón intentó llevarlo al hospital Manolo Morales, pero ambos fueron denunciados y emboscados por la GN.

Ramón, conocido como Moncho Carreta, murió asesinado. Él trabajaba como repartidor de gaseosas para Coca-Cola y usaba su vehículo para transportar armas del FSLN. El sindicato de la empresa reconoció su entrega nombrando su organización como Chávez-Blandino, en homenaje a ambos mártires.

Ese mismo día, en la entrada de Jardines de Veracruz, el compañero Miguel cayó en combate. Viajaba en un taxi junto a otros compañeros cuando se toparon con un retén de la GN. Miguel intentó defenderse con una granada, pero fue acribillado antes de poder activarla.

Esa noche, en la 1° de Mayo, se realizaron cuatro velas simultáneas: por Miguel, Ramón, Douglas y Careco. La presencia de esbirros de la OSN fue notoria, y quienes acompañamos a nuestros hermanos caídos fuimos advertidos de desaparecer para evitar ser capturados.

Miguel Gutiérrez Cornejo fue un revolucionario de tiempo completo, de gran sensibilidad social. Defensor de los más humildes, destacó como estudiante: obtuvo excelencia académica con calificaciones perfectas en todas las materias al graduarse en el Instituto Dr. René Schick. Fue también un destacado deportista, apasionado del ajedrez y el ping-pong.

Durante los años 1974 y 1975, junto a Leonel Torres, Julio Martínez Cano y otros, representó al Instituto en campeonatos nacionales de ajedrez estudiantil, obteniendo medalla de plata. Compitieron contra jugadores de colegios como el Loyola, Calasanz, Pedagógico, Centroamérica y el Goyena, enfrentándose a quienes luego serían maestros nacionales de este deporte.

¡Honor y gloria eterna a nuestros queridos héroes y mártires de la Revolución Popular Sandinista!