La Revolución es la causa común de los pueblos oprimidos, y la vida de Patricio Argüello Ryan lo demuestra plenamente. Su lucha no se limitó a Nicaragua: llevó su compromiso internacionalmente, entregando su vida junto a guerrilleros palestinos. Su ejemplo nos enseña el verdadero significado del Internacionalismo Revolucionario.

Primeros años
Patricio José Argüello Ryan nació en marzo de 1943, en San Francisco, Estados Unidos, hijo de Rodolfo Argüello, nicaragüense, y Catalina Ryan, estadounidense. A los tres años se trasladó a Nicaragua junto a su familia, creciendo en La Paz Centro y el Pueblo de Momotombo, rodeado de montañas, donde desarrolló un profundo amor por la naturaleza, la caza y la vida en el campo.

En 1956, tras el asesinato de Anastasio Somoza García por el patriota Rigoberto López Pérez, la represalia masiva obligó a Patricio y su familia a regresar a los Estados Unidos, donde pasó el resto de su juventud en Los Ángeles, California. Allí fue testigo de importantes luchas sociales de la época, como la Revolución Cubana y los derechos civiles de la población afroamericana. Estudió Ciencias Políticas Latinoamericanas y comenzó su activismo político, organizando, tras la masacre de la Avenida Sandino (Roosevelt) en enero de 1967, una manifestación de protesta en Los Ángeles con nicaragüenses en el exilio.

Formación internacional y compromiso revolucionario
En 1967, Patricio recibió la prestigiosa beca Fulbright para realizar un posgrado en Chile, entonces un país a la vanguardia de los cambios políticos en América Latina. Durante sus estudios, viajó por Brasil, Argentina, Bolivia y Perú, investigando la realidad social de la región. Ese año enfrentó dos tragedias: en agosto, un amigo cercano murió en la jornada guerrillera del FSLN en Pancasán, y en octubre, Ernesto “Che” Guevara fue asesinado en Bolivia. Estas pérdidas reforzaron su decisión de involucrarse activamente en la lucha revolucionaria.

Regreso a Nicaragua y persecución
Patricio regresó a Nicaragua en junio de 1968, participando activamente en el movimiento estudiantil y colaborando con miembros del FSLN, entre ellos Julio Buitrago. Impartió charlas universitarias sobre la guerra de guerrillas, hasta que en agosto de 1969, el régimen somocista lo identificó como un elemento rebelde, obligándolo a abandonar el país en 48 horas.

Exilio y lucha internacional
Patricio se trasladó a Nueva York, luego a Suiza, donde entró en contacto con células del FSLN y trabajó en actividades de solidaridad. En enero de 1970, siguiendo instrucciones de Óscar Turcios, la organización buscó entrenamiento militar con movimientos revolucionarios internacionales. En Europa, Patricio y otros miembros del FSLN establecieron contacto con el movimiento palestino, cuyos combatientes se denominaban Fedayeen, que significa “aquellos que se sacrifican”.

De abril a junio de 1970, Patricio recibió entrenamiento militar en Jordán junto a Pedro Aráuz Palacios y Juan José Quezada.

Patricio participó en la planificación de un operativo aéreo que el Frente Palestino había programado para atraer la atención mundial a la causa de la Liberación de Palestina. Patricio y la guerrillera Palestina Leila Khaled participan en el secuestro más difícil, el de la línea aérea El Al de Israel, renombrada por su férrea seguridad. Esta acción se planea para el 6 de septiembre de 1970. Patricio y Leila Khaled abordan el Vuelo 219 El Al en Ámsterdam, Holanda. Ellos, al intentar tomarse la cabina de los pilotos son heridos y capturados por los guardas armados israelíes que viajaban dentro del avión y por la maniobra de descenso rápido ejecutada por los pilotos. El avión aterrizó en el aeropuerto de Londres.

Muerte y legado
Patricio Argüello Ryan murió durante el frustrado intento. Según los informes, tras ser herido y atado, fue golpeado brutalmente por miembros de seguridad israelíes y ejecutado a sangre fría. Sus restos fueron traídos a Nicaragua por su madre y descansan en el cementerio de Momotombo, rodeado de las montañas y volcanes que tanto amó. En su tumba está inscrita la frase: “Ciudadano del Mundo”.

Para los nicaragüenses, los palestinos y todos los internacionalistas, Patricio Argüello Ryan sigue siendo un verdadero Ciudadano del Mundo, ejemplo de entrega, valentía y compromiso revolucionario internacional.