La huella en la historia de este general, miembro del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua (EDSN), es definitivamente imborrable, tanto por su entrega en las luchas de defensa de la patria, como su cercanía con el General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto C. Sandino, en la guerra de intervención comprendida entre 1927 y 1933.

Durante su vida de guerrillero, Colindres conoció sobre la táctica y estrategia militar, experiencia que le permitió convertirse en un audaz, sobresaliente y heroico combatiente. Por ello, sus gestas estuvieron a la altura de las fuerzas militares norteamericanas que ocupaban Nicaragua en ese periodo.

El general Juan Gregorio Colindres, nació en el municipio de Murra, departamento de Nueva Segovia, en el año de 1890. Provenía de una humilde familia, dedicada a las actividades de agricultura. En solo el año de 1926, para el contexto de la Guerra Constitucionalista, cuando liberales y conservadores se desafiaban por el poder, se une a la columna dirigida por el general Sandino, dedicándose a combatir en contra de la invasión y la dictadura somocista.

Tras la firma del «Pacto del Espino Negro», un 4 de mayo de 1927, en el que se imponía la rendición y desarme de las fuerzas liberales, ante la intervención militar estadounidense, se suma de inmediato a los veintinueve miembros de la columna denominada «Los Montañeses»; junto a Sandino pasan a ser los primeros en las filas que constituyeron el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua, el 2 de septiembre de 1927, tomándose las armas e iniciando la lucha más radical con el fin de derrocar la intervención militar norteamericana.

Posteriormente, en el EDSN, se organizan 8 columnas de guerrillas, donde el general Juan Colindres, se destacó como jefe militar de la columna 4, establecida en las zonas de Quilalí, Somoto, Ocotal y El Jícaro. Luego es nombrado jefe de operaciones en Chinandega, Estelí y León, dirigiendo a más de 150 soldados. Esa experiencia le permitió obtener más desempeño en el campo de batalla para defender la soberanía de Nicaragua.

Sus numerosas actuaciones en la batalla por la liberación, le llevaron a sobresalir en importantes combates, en La Conchita, el 1 de noviembre de 1927; Las Cruces en Quilalí, el 1 de enero de 1928, departamento de Nueva Segovia, respectivamente; El Valle de Las Zapatas, departamento de León, el 29 de noviembre de 1931. Luego continuó su lucha en Chichigalpa, Chinandega y Santa Isabel, León, los días 26 y 27 de noviembre del mismo año 1931. El 21 de abril de 1932, dirige el ataque al campo de aterrizaje en Santa Clara, departamento de Nueva Segovia.

Más tarde, luego del asesinato del general Sandino, en 1934, a manos de la Guardia Somocista, el general Juan Gregorio Colindres, se refugia en la montaña en el norte de Nicaragua, en donde toma la decisión de viajar a Honduras y El Salvador, para resguardar su vida ante la persecución desatada por la Guardia, fue allí que buscó ayuda para continuar la lucha por la libertad de Nicaragua, permanece hasta 1935.

Así, en 1948, tuvo contactos con los presidentes de Costa Rica y Guatemala, quienes apoyarían un levantamiento contra el Gobierno de Anastasio Somoza García. Ese mismo año, se da a la tarea de organizar un movimiento guerrillero, al mando de aproximadamente 200 miembros, combatiendo contra la dictadura militar somocista. Nuevamente, en el mes de septiembre opera en el departamento de Nueva Segovia, en Murra.

Como ocurrió con muchos héroes y mártires revolucionarios, el general Juan Gregorio Colindres, cae en combate, el 29 de septiembre de 1948, enfrentando a la Guardia Militar somocista, en el sector de La Paz, frontera con Honduras.