Cartas entre el General Augusto S. Sandino y don Daniel Ortega Cerda. Y dos telegramas de mi madre Blanca Segovia Sandino Aráuz a don Daniel Ortega Cerda.

Ideales compartidos de lucha y justicia en 1933:

En el marco del proceso de reordenamiento y preservación de nuestros archivos familiares, y con el firme propósito de poner al alcance del pueblo todo aquello que enriquezca el conocimiento sobre la vida y obra del General de Hombres Libres, Augusto C. Sandino, y sus compañeros de lucha, hoy tenemos el honor de compartir una colección documental de gran relevancia histórica. Se trata de un conjunto de cartas y escritos que pertenecieron a Don Daniel Ortega Cerda, padre del actual Co Presidente de la República de Nicaragua, Comandante Daniel Ortega Saavedra. Este hallazgo fue, en verdad, accidental y providencial, pero su importancia lo convierte en un verdadero tesoro documental.

La colección está compuesta por 26 documentos individuales reunidos en 34 imágenes, los cuales, por razones de extensión, no podemos revelar en su totalidad en una sola presentación. Estos textos, rubricados de puño y letra, confirman la existencia de una relación de correspondencia y simpatía política entre el General Sandino y Don Daniel Ortega Cerda, un hecho que hasta ahora permanecía desconocido para la mayoría.

El hallazgo:


Todo inició en el año 2010, cuando el hermano Adolfo Ramón Rivas Reyes, Director Jurídico Tributario de la DGI, nos comentó sobre unos documentos relacionados con el General Sandino que se encontraban en poder de la familia de un nieto del insigne poeta nicaragüense Félix Rubén García Sarmiento, mejor conocido internacionalmente como Rubén Darío, “El Príncipe de las letras castellanas” y “Padre del modernismo”.

Ese nieto es Rubén Benito Darío Salgado, un hombre de carácter sencillo, reservado y con gran dignidad personal. Abogado y notario egresado de la Universidad Centroamericana (hoy Universidad Casimiro Sotelo), trabajó como técnico del Departamento de Relaciones Internacionales del Ministerio del Trabajo de Nicaragua y reside junto a su familia en la Colonia Maestro Gabriel, en Managua.

Nuestra intención inicial como familia era simplemente conocer esos documentos y, con suerte, obtener copias. Pero la generosidad, la nobleza y el sentido histórico de don Rubén Benito Darío Salgado hicieron posible algo más grande: la donación íntegra de los originales a nuestra familia, en reconocimiento al profundo valor histórico y familiar que estos representaban para nosotros. Fue, sin duda, un gesto invaluable que permitió rescatar del olvido un capítulo inédito de la historia patria.

Un vínculo desconocido:


El descubrimiento nos impresionó profundamente, pues hasta ese momento ignorábamos las estrechas relaciones de simpatía y colaboración que habían existido entre el General Sandino y Don Daniel Ortega Cerda.

En las cartas se revela a un Don Daniel Ortega Cerda comprometido con la causa nacionalista, expresando reiteradamente su apoyo moral y material a Sandino, así como su disposición personal de contribuir a la lucha. Sandino, por su parte, responde en términos cariñosos, reconociendo y valorando la ayuda de Ortega Cerda.

Vemos a Ortega Cerda actuando no solo como simpatizante, sino como un hombre consecuente con sus convicciones. Comerciante de importación y exportación, con oficinas en Bluefields y Granada, ofreció a Sandino facilitar el desarrollo de la Cooperativa “Río Coco” en 1933, año de la firma de la paz. Su intención era ayudar a promover y comercializar los productos de dicha cooperativa, contribuyendo a la materialización del proyecto económico y social del General.

Un acto de valentía:


La relación entre ambos trascendió incluso después de la muerte del General. En mayo de 1934, tras el asesinato de Sandino, Don Daniel Ortega Cerda desafió públicamente al Jefe de la Guardia Nacional Gral. Anastasio Somoza García, asegurando que podían matarlo a él también, como había hecho con el héroe nacional. Consciente de estar en la “lista negra” de los perseguidos por haber mantenido correspondencia y brindado apoyo a Sandino, Ortega Cerda llegó al extremo de enviar a Somoza una fotografía personal, retándolo de frente, para facilitarle su identificación y dirección.

Este hecho lo pinta de cuerpo entero: un hombre joven, educado, de origen privilegiado, pero con una conciencia social profundamente arraigada y con el coraje moral de sostener, con hechos, lo que dictaba su conciencia. Fue, en toda la extensión de la palabra, un genuino sandinista granadino.

Un legado histórico:


Hoy, como familia del Gral. Sandino, sentimos un profundo honor al poner en conocimiento del pueblo estas cartas inéditas. No solo amplían nuestra comprensión del General Augusto C. Sandino, sino que revelan también la figura de Don Daniel Ortega Cerda como un hombre de principios firmes y de lealtad incuestionable hacia la causa nacionalista.

Con ello, creemos estar cumpliendo fielmente con el mandato que Sandino dejó escrito: que las futuras generaciones conocieran la verdadera historia, tejida con honor, valentía, decoro y amor a la patria.

Estas cartas constituyen una prueba viva de que la historia no está hecha únicamente de grandes batallas, sino también de gestos personales de solidaridad, compromiso y valor civil.

Siempre más allá…


Walter C. Sandino