
Mauricio Duarte nació en Boaco el 16 de agosto de 1951, hijo de Nicolás Duarte y Zulema Álvarez. En 1963, cuando tenía apenas 12 años, perdió a su hermano Modesto Duarte, uno de los primeros militantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y mártir de la guerrilla de Raití y Bocay.
En 1970 se graduó de bachiller en el Colegio Bautista. Poco después, tras el triunfo electoral de Salvador Allende en Chile, viajó a ese país e inició estudios de Economía Política, lo que consolidó su formación ideológica. Durante su estancia en Chile se incorporó al FSLN en 1971.
Posteriormente viajó a Cuba, donde recibió entrenamiento político-militar junto a otros jóvenes revolucionarios. En 1973 regresó clandestinamente a Nicaragua y asumió responsabilidades en el trabajo urbano del regional de León. Ese mismo año, tras el asesinato de los comandantes Ricardo Morales Avilés y Óscar Turcios en Nandaime, fue designado responsable del Regional Carazo. Con solo 22 años ya dirigía la estructura local del Frente, destacándose por su disciplina y compromiso.
En 1974, junto a Tomás Borge y Eduardo Contreras, fue instructor de armamento en la Escuela de Instructores del FSLN, donde se formaron cuadros como Blas Real Espinales y Emir Cabezas. Ese mismo año se ofreció como voluntario para participar en la Operación del Comando Juan José Quezada, pero la Dirección Nacional decidió mantenerlo en tareas de organización en barrios, centros estudiantiles y sectores obreros de Carazo.
Tras el asalto a la casa de José María Castillo el 27 de diciembre de 1974, la Guardia Nacional intensificó la represión contra militantes y simpatizantes del FSLN. Aunque la orden era replegarse, Mauricio abandonó el refugio para continuar con sus tareas revolucionarias, decidido a fortalecer las bases de apoyo y redes de abastecimiento en la región.
El 10 de enero de 1975 fue detectado por la Guardia Nacional en Jinotepe. En el barrio El Cementerio se enfrentó a las fuerzas somocistas, cayendo en desigual combate.
En la década de 1980, durante la Revolución y la defensa contra la contrarrevolución, el Ejército Popular Sandinista creó el Batallón Ligero Cazador “Mauricio Duarte” en su honor. Esta unidad estuvo integrada por miembros permanentes del EPS y jóvenes del Servicio Militar Patriótico, y llevó su nombre en reconocimiento a su compromiso político, preparación militar y entrega a la causa de la soberanía nacional.
El ejemplo de Mauricio Duarte permanece como un símbolo de entrega y firmeza en la lucha revolucionaria. Su vida, marcada por la disciplina, la convicción y el sacrificio, lo inscribe en la memoria histórica del pueblo nicaragüense como uno de los combatientes que dedicó su juventud a la construcción de una Nicaragua libre y soberana.