“Porque de la abundancia del corazón habla la boca” Jesús
“Porque de la abundancia del corazón habla la boca” Jesús

I

La caída de la radio, en medio del tétrico silencio impuesto en 1979, fue en las postrimerías de la dictadura de Anastasio Somoza Debacle o Debayle.

Un radionoticiero matutino de Estación X, llamado El Informativo Nacional, se encargó de demostrar la miasma de la que estaba hecha la tiranía somocista.

El pueblo, muy educado, rechazó aquella agresión a los hogares, lanzada por el hermano de Bianca Jagger, Carlos Pérez Meza, y locutada, lamentablemente, por Antonio Penske Torrez. E inmediatamente lo rebautizó como “El Insultativo Nacional”.

Ese “noticiero” perdió todo principio y consideración.

Arrasó la ética.

Por cierto, Blanca Pérez Macías no se interesó en los Derechos Humanos ni exigió a su hermanito que dejara de apuntar a Nicaragua con las fatídicas emisiones de su Galil AM de asalto a la verdad.

Que ya no disparara más sus municiones de injurias, insidias y falsedades contra los patriotas, a los que llamaba “terroristas”, “Sandino-comunistas”, y de “delincuentes” para arriba…

Este es el mismo herrumbroso Galil que un alma oxidada heredó, mandada por el pasado a continuar apretando el gatillo vil de sus envejecidas mentiras, para asesinar la reputación de la dirigencia sandinista.

El mismo espíritu inmundo que ocupó las ondas hertzianas, tal como correspondía a un régimen moribundo por nauseabundo.

Nunca había ocurrido tal cosa, ni volvería a reproducirse tan abominable comportamiento, hasta que demonios alastosos del RÉGIMEN NONATO DEL FASCISMO, en 2018, reclamaron su DOMINIO fétido del aire: radio, TV, redes sociales…

¿Quiénes, después de los Somozas y sus bombas de 500 libras, arrojadas sin piedad sobre las ciudades, instigaron actos sanguinarios y destructivos?

Las raspas del somocismo, desde el trono de las intrigas.

Sí, allí, bajo el cínico lema Ad maiorem Dei gloriam (“A la mayor gloria de Dios”), los “inmaculados” expedicionarios jesuitas encubrían a sus “autoconvocados”.

Y se dispusieron a envenenar la atmósfera de Nicaragua, lamentablemente —el adverbio de nuevo es necesario— en la
voz posesa de Edgar Tijerino, que resumía la carnicería del Golpe de Estado:

 “¿Qué si podemos resistir tres millones de muertos? Creo que sí podemos resistir tres millones de muertos, y ellos seguirán sin poder avanzar un centímetro. Así que NO IMPORTA CUÁNTOS CAIGAN, NO IMPORTA CUÁNTOS MUERAN, pero están liquidados”.

El fascismo invocó un segundo Holocausto, como si no bastaban las 6 millones de víctimas de Israel.

Turbas nicolasianas bendecidas, de vieja y nueva data, dieron un paso al frente, pero de la UCA, donde está ubicada la Nueva Radio Ya, para pegarle fuego con su personal adentro.

A pesar de estos trágicos capítulos, la radiodifusión en general gozaba de un amplio prestigio en los 70.

Prestigio que no colapsó en su totalidad con Somoza y sus adláteres mundanos y “divinos” ídem, posteriores.

Tan indudable era la Radio, así, en mayúscula, que no fueron pocas las ocasiones cuando escuadras guerrilleras se tomaron emisoras para leer mensajes, redactados por el Frente Sandinista, conforme al orden moral y la buena educación.

No eran hígados ni rencores de larga trayectoria, ni bocateros, quienes irrumpían en los estudios.

Nada que ver con los sicópatas fascistas 2018 —valga la redundancia—.

Eran corazones que ya habían escrito en los pupitres, muros y anhelos: Felices Seremos Los Nicas.

Nada de ultrajar a nadie y de incitar a la matanza.

Nada de audios de odios biliares ni de incensarios incendiarios lanzados al aire.

Nada de atropellar a la audiencia, ya de por sí arrollada por la oscurana somociana.

Al contrario: irradiaban verdades.

Y en cuestión de minutos, el pueblo se ponía al tanto de lo que acaecía.

Eran los años cuando el Coronel Alberto Luna aplicaba sin conmiseración la famosa Ley del Bozal o Código Negro.

Por esa razón, grandes radioperiodistas como los recordados y multados (por informar la realidad), Rodolfo Tapia Molina, Joaquín Absalón Pastora, José Esteban Quezada, William Ramírez Solórzano (antes de irse a la clandestinidad); Manuel Espinoza Enríquez, de Extraplus y Allan Téfel Alba, director de Radio El Pensamiento, entre otros, se arriesgaban para dar, hasta donde podían, noticias del acontecer nacional.

Debemos reconocer que, en esa senda de los selectos, en 2024, hay damas y caballeros del micrófono, muy versados, educados y respetuosos con el público, como Tirsa Sáenz, Marcela Ribera, Martha Oporta, Azucena Sandoval…; Carlos Reyes Sarmiento, Denis Schwartz, Carlos Alfaro León, Leonel Mendoza, Eduardo González, Omar García, Enrique Armas, Agustín Cedeño, Edgard Rodríguez, Miguel Lira, el activo don Allan…

Están haciendo radio.

Generan credibilidad.

Se ubican lejos, muy lejos de la ramplonería.

Y trabajan a profiláctica distancia de los que por creer que “caen en gracia”, sueltan sus majaderías.

Ciertamente hay gente, como en todas las sociedades, que no pueden hablar diez palabras sin que no embutan, en ese comprimido y podrido chorizo oral, sus “hdp” y otras de esa deslenguada especie.

Si ya es repudiable en la esquina de una conversación, más condenable es que un bayunco transmita su indecencia —aunque sea de “baja” bascosidad— por radio.

Lo más descarado es que se curan en salud, con el noneco cuento de que “así habla el pueblo”, “como popularmente se dice”…

No se dan cuenta de que más bien caen en la desgracia de prenderle velas sonoras al Insultativo Nacional.

Esos, y eso, no es el pueblo de Nicaragua, que a él imputan lo que no son capaces de aceptar: la frase insultante bien “saboreada” es la suya propia.

Poner en antena la “falta de urbanidad y cultura” que es la ORDINARIEZ…

Infestar la Radio con patanería verbal…

Llegar al colmo de ensuciar a los oyentes con un “no andés m…” —para decir entre risas que “hablamos a lo nica” —…

…es contrario a los valores de Nicaragua. 

Y por esos valores imperecederos, el buen pueblo comenzó a captar la señal de Radio Sandino desde 1977, en la más impoluta clandestinidad de la Palabra Pura.

Se difundía la verdad sin los altos voltajes de la patraña…

Radio Sandino elevó el lenguaje con subversiva elegancia: “¡Estelí, con tu nombre rubricaremos el epitafio del somocismo!”.

Díganlo, si no…

El ideal, como hoy, se sintonizaba en el dial del sandinismo: ímpetus de auroras y voluntades de oro en la Radio.

II

El FSLN, desde su fundación, fue, y es, didáctico y decente, en el empleo de los medios de comunicación.

Una evidencia son las diarias palabras de la Vicepresidenta de la República, Rosario Murillo: inspiraciones al vuelo, informes y poesía.

De esta responsabilidad rebelde del sandinismo, reflejo palmario del Pueblo de Nicaragua, contamos los sendos y valiosos comunicados del FSLN, tras la toma de la Casa de Chema Castillo, el 27 de diciembre de 1974.

También, el 22 de agosto de 1978, el Frente Sandinista dio muestras de su gran cultura, de sus Lecciones de Historia, cuando impulsó la acción guerrillera más memorable en la memoria de los hombres.

Entonces fue publicada, como parte de las negociaciones, su Palabra, la Palabra de todo un Pueblo, con la autoridad moral que les hacía merecedores por sus 17 años ininterrumpidos de lucha, sacrificio, martirologio y victorias.

La difusión de estas PÁGINAS LIBRES no invadió la privacidad de ninguna figura relevante de la dictadura.

No se hizo chacota ni se denigró públicamente a doña Hope Portocarrero de Somoza.

Los revolucionarios ni siquiera se inmiscuyeron en la vida de Anastasio Somoza.

El FSLN no zahirió, incluso, a la señora Dinorah Sampson.

Nada personal, humillante y ofensivo, fuera de las Ofensivas Guerrilleras de Octubre 77, Septiembre 78, Marzo y Junio 79, esgrimió el FSLN como armas “políticas”.

La bajeza no forma parte del equipo de un verdadero patriota.

Si luchaban por la Dignificación de Nicaragua, ¿cómo iban a violentar la dignidad de las personas, por muy Somoza o somocistas que fueran?

Solo aquellos endemoniados del fascismo vejaron y mataron a muchos nicaragüenses, y aun a las damas, en 2018.

Porque el Frente Sandinista verdadero, este mismo que hoy enrumba a la República al Progreso y al Bienestar Social, en absoluto fue una cofradía de cretinos, a pesar de los que se infiltraron y demostraron que no eran lo que decían.

Recuerden cómo quedó bien documentada toda la barbarie de los báculos de Tomás de Torquemada, los súbditos de Pedrarias Dávila, los acólitos de Agustín Vijil, capellán-embajador en Washington de William Walker, y los melancólicos de la Nota Knox.

Y esta es la diferencia entre una institución de revolucionarios y unas patéticas siglas mercenarias de miserias humanas, se agrupen como se agrupen, llámense como se llamen, les pague quien les pague.

De ahí que aquellos que abusan de la radio, deben aprender de la gran escuela de la Radiodifusión Nacional y del Sandinismo, y no ser secuela del somocismo de Carlos Pérez Meza.

Es el desafío de los altos espíritus, en consonancia con el desarrollo que yergue a Nicaragua, por vez primera, desde que Cristóbal Colón la atisbó el Viernes 12 de septiembre de 1502.

La atisbó, no que la “descubrió”.

III

No puede ser que progresemos material y no espiritualmente, y más bien mengüemos, cuando en vez de una sola ciudad universitaria en dos siglos, todos los departamentos y las regiones del Caribe cuentan con Ciudades Universitarias, ¡en apenas 17 años!  

Sin alma nacional tampoco sería posible que los impulsores del país se dispusieran a salvar el Xolotlán.

Ni que el Presidente, Comandante Daniel Ortega, la Vicepresidenta Rosario Murillo y el FSLN, se trazaran la meta descomunal de devolverle a Managua su calidad de Capital Lacustre.

No son alabanzas. Son hechos.

Semejantes obras gigantescas requieren también de una formidable Infraestructura Espiritual; su correlato educativo y moral.

Es un contrasentido que mientras se han edificado bellos palacios de la vida, como son los Hospitales de León y Puerto Cabezas, el Vélez Páiz o el Militar, algunos, fuera de tono y época, en tierra de poetas, traten de empequeñecer culturalmente al país.

Los magníficos Estadios de Primer Mundo y
Polideportivos en Managua, Masaya y León, encumbran la estética nacional.

En Nicaragua se alza la belleza con Los Puentes a Desnivel, la Pista que terminará de dotar a la Capital de una Ciudad de verdad, con una Pista que hoy se llama Héroes de la Insurrección; la Costanera del Pacífico, la doble conexión del Caribe con el Pacífico, las mejores carreteras del istmo…

Este acelerado crecimiento en centros de esparcimiento, cobertura eléctrica casi del 100%, acceso al agua potable, fueron las primeras Palabras del Frente en Raití y Bocay: una mejor Nicaragua para el Pueblo.

Jamás fueron “promesas electorales”.

Porque la Buena Palabra, CONSTRUYE.

La mala palabra Destruye.

Todos los días, la intelectual Rosario Murillo bendice a Nicaragua.

Es la Revolución Sandinista.

Que en vez de ser una presidencia más de la mediocridad en beneficio de una élite parasitaria, es un gobierno para todos.

Ya nada será como antes, porque ya todo es Después, en tanto es Hoy…

Una Gran Revolución de la Infraestructura Física, Tecnológica y Social para CONSAGRAR LA VIDA.

El pueblo ha echado manos del Porvenir, y más de la Palabra de Verdad.

Voz de Humanidad sobre las filias y las fobias de la mala levadura de los hombres.

Ofrenda de paz a las naciones.

Luz, Vida y Verdad, por encima del aullido de los motivos del lobby emponzoñado del Consejo de DDHH-ONU ante el lobo colonialista.

Una Revolución en Estado de Solidaridad en esplendor, sin utopías desastrosas.

Allí, en el único lugar del mundo donde, más que sueño, es el amanecer del poder ser nicaragüense a como Dios manda:

En la Patria Grande de Rubén Darío: Nicaragua. “Gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno” (Hebreos 2:10)