Gaspar García Laviana, fue un aguerrido sacerdote y misionero originario de la ciudad de Asturias, España, quien, en 1969, llegó a tierras nicaragüenses, con el objetivo de desempeñar su labor pastoral, no obstante, al ver las injusticias y explotaciones cometidas por parte de la dictadura hacia el pueblo, decidió unirse a la lucha sandinista en contra del régimen opresor de los Somoza.
Laviana fue ordenado sacerdote en 1966 y muy pronto enfocó su labor pastoral en el trabajo y obras sociales. Por su inclinación hacia esta forma de evangelizar muy pronto fue asociado con los sacerdotes obreros y a la teología de la liberación, una corriente que empezó a tomar auge dentro de la iglesia católica a inicios de la década de 1970.
Al llegar a Nicaragua, Gaspar García fue asignado junto con su compañero Pedro Regalado, para administrar la parroquia de San Juan del Sur y Tola, en el departamento de Rivas, pero su impacto al ver la realidad en el país fue tan conmovedor que tomó la decisión de alejarse del obispado, para entregarse a la causa de los pobres y necesitados.
A mediados de la década de 1970, el padre Laviana se unió a la causa sandinista, como colaborador y dos años después se uniría de forma pública, luego de difundir dos cartas abiertas, una dirigida al pueblo de Nicaragua y otra a sus compañeros religiosos, con el objetivo de lograr la unión del sector pastoral con la esperanza de protagonizar la evangelización por medio de las obras.
Después de un arduo entrenamiento en Cuba, regresó al país, para unirse al Frente Sur “Benjamín Zeledón”, donde estuvo bajo las orientaciones del renombrado y valiente guerrillero Edén Pastora.
El 11 de diciembre de 1978, la columna “Benjamín Zeledón”, bajo el mando de Laviana, fue emboscada por la guardia somocista, cayendo en medio del combate, para iniciar su tránsito hacia la inmortalidad.
La caída del cura provocó una herida dentro de las filas de los guerrilleros sandinistas, su caída fue noticia y titular del diario somocista “Novedades”: “Cura comunista muere en El Infierno”
El recuerdo de Gaspar García Laviana “Cmdt. Martín”, aún perdura en las heroicas gestas de la Revolución Popular Sandinista, su vida se convirtió en un hito en historia de Nicaragua, donde hoy descansan sus restos mortales y es recordado en cada escuela, hospital, centro de salud y otras instituciones que hoy día llevan su nombre.