Un 7 de septiembre entre 1978 y 1988, trascendieron a la eternidad, patriotas dignos defensores de los principios de la Revolución Popular Sandinista, quienes evidenciaron la fidelidad y el compromiso por el pueblo de Nicaragua.
En 1978 y 1983 pasaron a otro plano de vida, respectivamente:
Iván Basilio Rodríguez Lanzas, en la comunidad Cuspire en Santa María de Pantasma, originario del municipio de San Sebastián de Yalí; y César Augusto Beteta Hernández, en Wiwilí, Jinotega, originario de la ciudad de Managua.
En 1984:
Venancio Joaquín Guido López, en el sector del cerro Las Torres en Nueva Segovia, originario del municipio de Jinotepe y Wilbert José Torres Dávila, en El Jícaro, originario del municipio de León.
Gerardo López Muñoz, en la comunidad La Patriota en Matiguás, originario del municipio de San Dionisio; Cristóbal Vanegas Zamora, en San Carlos, originario del municipio de San Dionisio y Arturo Fuentes Dávila, en la comunidad Los Makengues en el municipio de Wiwilí, Jinotega, de donde era originario.
En 1985 Trascienden a la eternidad:
Luis Alfonso Benavidez, en Condega, originario del barrio Nuevo del municipio de Sébaco; Jerónimo López, del municipio de León y Reymundo Javier Cano Duriez, en El Ayote, nacido en Chichigalpa.
En 1986:
Felipe Nery Herrera García, en la comunidad El Ciprés en Waslala, de donde era originario y Gonzalo González Ramírez, en las cercanías del Rio Waná en Bocana de Paiwas, procedente del municipio de Jalapa.
En 1987:
Luis Alberto Jirón Romero, en el municipio de Morrito, de donde era originario y Benito Mendoza Hernández, en la comunidad La Patriota en Matiguás, nacido en la comunidad San Cayetano, San Dionisio.
Humberto Arauz, en la comunidad El Bosque en Quilalí, originario del municipio de El Jícaro; y Samuel González Rodríguez, en la comunidad El Tambural en Río San Juan, originario de la comarca El Paraíso del municipio de Boaco.
En 1988:
Armando Montoya Castillo, en Comalapa, originario de la ciudad de Managua.
