El 23 de marzo de 1980, cientos de maestros, estudiantes y brigadistas salieron en caravana de Managua hacia todo el territorio nacional, con el propósito de enseñar a leer y escribir a la población de las zonas rurales del país.
Nicaragua daba inicio a la Cruzada Nacional de Alfabetización (CNA), «Héroes y Mártires por la Liberación de Nicaragua», un proyecto educativo que redujo del 50.3 a un 12.9 % el índice de analfabetismo, según datos del Ministerio de Educación.
Tras el Triunfo de la Revolución Sandinista en 1979, la dirección del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y el Gobierno de Reconstrucción Nacional, nombran a Fernando Cardenal, como coordinador de la CNA.
Los planes de impulsar la campaña de alfabetización, ya venían concretándose antes de la victoria sandinista; donde un equipo del FSLN, diseña un anteproyecto que se convertiría en el punto de partida para la organización del histórico modelo educativo en América Latina.
Método de Paulo Freire
La Cruzada Nacional de Alfabetización, llevó a la coordinación Nacional a estudiar las experiencias de alfabetización de países que ya habían vivido el proceso educativo, entre ellos: Cuba, Mozambique, Guinea-Bissau y Cabo Verde. También se consultó a diversos expertos en la materia, como el profesor Paulo Freire y asesores de la UNESCO.
Por su parte, el pedagogo y excoordinador adjunto de la CNA, Francisco Lacayo, afirma que la Cruzada Nacional de Alfabetización, «fue una articulación de todos los saberes, voluntades y recursos que disponía en ese momento el país».
Asimismo, asevera que se estudiaron experiencias anteriores de la misma Nicaragua y de otros países sobre todo la exitosa y revolucionaria experiencia de Cuba. Se consultó a los mejores expertos en alfabetización masiva, entre ellos el famoso pedagogo Paulo Freire, apunta.
Un movimiento de conciencia revolucionaria
El espíritu de la CNA en Nicaragua se vio reflejado con la hazaña de 95,582 brigadistas acuerpados en el Ejército Popular de Alfabetización (EPA), quienes con conciencia patriótica se adentraron en las montañas del país centroamericano, llevando el pan de la enseñanza a 406 mil 56 nicaragüenses.
Entre los antecedentes de la campaña de alfabetización, están las tareas alfabetizadoras realizadas por el General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto C. Sandino. Asimismo, en esta se expresa el ideario del Comandante Carlos Fonseca Amador, quien impulsó y motivó a las guerrillas sandinistas a enseñar a leer al pueblo campesino, el sector más afectado por el analfabetismo, orientando decididamente: «¡Y también enséñenles a leer!», desde ese entonces la oscurana se convertía en claridad.
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Lacayo, destaca que en ese tiempo «la Cruzada fue la movilización nacional socioeducativa más grande, plural y sostenida de la historia de Nicaragua y de Centroamérica, donde aproximadamente, uno de cada 2 nicaragüenses mayores de 12 años participó proactivamente», señala en uno de sus escritos publicados por el Centro de Estudios del Desarrollo Miguel d’Escoto Brockmann.
Fernando Cardenal, en una entrevista concedida a la revista Envío en 2005, relató que la Cruzada «fue un proceso de concientización muy profundo. Mucho del proyecto de la revolución hubiera quedado en el aire sin que nuestra juventud hubiera visto con sus propios ojos por qué queríamos cambiar el país… Al ver la inhumana vida de campesinas y campesinos, ahí estaba la razón de la Revolución», apuntó Cardenal.
«Esta toma de conciencia le inyectó una energía muy grande al movimiento revolucionario cuando estaba en sus comienzos», dijo Cardenal, con ocasión de conmemorarse los 25 años de la gesta educativa alcanzada por la Revolución.
Logro del pueblo nicaragüense
Asimismo, el Cmte. Daniel Ortega Saavedra, presidente de Nicaragua, en el acto de conmemoración del 41 aniversario de la CNA, en agosto del año pasado, resaltó el valor y la importancia para la humanidad de la alfabetización. Agregó que, «la Cruzada Nacional de Alfabetización obra del pueblo nicaragüense, fruto de la revolución, es un aporte de un infinito valor en la lucha de los pueblos contra la esclavitud; porque ser analfabeta es ser esclavo», expresó el mandatario.
La epopeya que hizo realidad el sueño del Comandante Carlos Fonseca Amador, concluyó un 23 de agosto de 1980. Posteriormente, la Organización de Naciones Unidas por la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), reconoció a la Cruzada Nacional de Alfabetización como la mayor movilización de amor para el pueblo, por su carácter masivo, participativo y unitario, otorgándole el premio “Nadezka Kruskaya”. Para 2007 la CNA es inscrita en el Archivo de la “Memoria del Mundo” del mismo organismo.